Lavar los zapatos en la lavadora puede parecer una forma fácil y cómoda de mantenerlos limpios, especialmente después de un largo día al aire libre.
Sin embargo, antes de meter tu par favorito en la lavadora, es fundamental que conozcas lo que se debe y no se debe hacer con este método. Un lavado inadecuado puede dañar no solo tus zapatos, sino también tu lavadora.
Este artículo te guiará a través del proceso, asegurando que tus zapatos queden como nuevos sin comprometer su integridad.
Índice
Comprensión del material
Antes de siquiera pensar en meter tus zapatos en la lavadora, es fundamental saber de qué material están hechos. La mayoría de los zapatos están fabricados con uno o varios de los siguientes materiales:
- Lienzo: Normalmente se puede lavar a máquina.
- Cuero: Normalmente no se recomienda lavarlo.
- Nailon o poliéster: Por lo general es seguro, pero revise las etiquetas de cuidado.
- Caucho: Por lo general, se pueden lavar en la lavadora, pero es posible que no se sequen bien si se sumergen completamente.
Consulte siempre las instrucciones de cuidado del fabricante para obtener la información más precisa. En caso de duda, lavar a mano es la opción más segura para los materiales delicados.
Los Dos
1. Elimine el exceso de suciedad y residuos
Antes de meter los zapatos en la lavadora, elimine cualquier resto de suciedad, barro o piedrecitas.
Este sencillo paso puede evitar que se obstruya la lavadora y garantizar un proceso de limpieza más eficaz. Utilice un cepillo suave o un paño para eliminar el exceso de suciedad, especialmente en las suelas de goma y la parte superior.
2. Utilice una bolsa para la ropa sucia.
Para proteger tus zapatos y tu lavadora, considera colocarlos dentro de una bolsa de malla para lavar ropa.
Esto evitará que los zapatos golpeen dentro del tambor y puedan dañar tanto los zapatos como la lavadora. Además, puede ayudar a mantener la forma de los zapatos durante el ciclo de lavado.
3. Elija la configuración adecuada
A la hora de seleccionar un ciclo de lavado, opte por un ciclo suave con agua fría. El agua caliente puede dañar ciertos materiales, provocando que se deformen o encojan.
Un ciclo suave garantiza que tus zapatos se limpien eficazmente sin sufrir un lavado agresivo.
4. Utilice un detergente suave.
Elija un detergente suave y ecológico para evitar productos químicos agresivos que puedan dañar los materiales. Evite los suavizantes o la lejía, ya que pueden provocar decoloración y daños.
5. Secar bien al aire libre.
Después de lavarlos, evita meter los zapatos en la secadora, ya que el calor puede deformarlos o agrietar los materiales. En su lugar, déjalos secar al aire a temperatura ambiente.
Para obtener mejores resultados, colóquelos en un área bien ventilada o incluso al aire libre en un día seco, lejos de la luz solar directa, que podría desteñir los colores. Rellenarlos con toallas de papel puede ayudar a absorber la humedad y conservar su forma.
Lo que no se debe hacer
1. Evita lavar los zapatos de piel.
Los zapatos de piel requieren un cuidado especial y, por lo general, no son aptos para la lavadora. Lavarlos puede eliminar los aceites y provocar que la piel se agriete.
En su lugar, considera utilizar un paño húmedo para limpiar la superficie o invierte en un buen acondicionador para cuero para mantenerlos en perfecto estado.
2. No sobrecargues la máquina.
Puede resultar tentador lavar varios pares de zapatos a la vez para ahorrar tiempo, pero sobrecargar la lavadora puede dar lugar a malos resultados de limpieza y posibles daños. Si tienes varios pares, lávalos de uno en uno.
3. Omita el ciclo de centrifugado.
Incluso si utiliza un ciclo suave, evite el centrifugado para los zapatos, ya que la agitación puede causar desgaste. Si sus zapatos están especialmente sucios, considere enjuagarlos con agua utilizando una manguera o una ducha.
4. Evite lavar los accesorios.
Si tus zapatos tienen accesorios como cascabeles o lentejuelas, es esencial retirarlos antes de lavarlos.
Estos pequeños elementos pueden aflojarse o desprenderse durante el ciclo de lavado, lo que puede arruinar el par de zapatos.
5. Nunca lave zapatos especiales.
Los zapatos diseñados para fines especiales, como los zapatos para correr con diferentes niveles de estabilidad o las botas de trabajo diseñadas para un uso intensivo, no deben lavarse en la lavadora.
Estos zapatos suelen requerir métodos de limpieza específicos y la exposición directa al agua puede anular la garantía o dañar sus características únicas.
Conclusión
Poner los zapatos en la lavadora puede ahorrar tiempo y limpiar eficazmente muchos tipos de calzado. Sin embargo, antes de meterlos, es fundamental conocer lo que se debe y no se debe hacer para mantener su calidad y durabilidad.
Recuerda revisar el material, utilizar los detergentes adecuados y seguir las instrucciones de cuidado. Con estas precauciones en mente, podrás mantener tus zapatos limpios y como nuevos sin correr el riesgo de dañarlos. ¡Cuida tus zapatos y te acompañarán en muchas más aventuras!